Húmedo capricho de mi melancolía...
si a veces pienso que soy una gata terca y mañosa
que se acostumbró a andar por las noches
pero añora un poquito la luz del día.
si a veces pienso que soy una gata terca y mañosa
que se acostumbró a andar por las noches
pero añora un poquito la luz del día.
A veces intento disfrazarme de perrito fiel,
juguete casi, saltarín y alegre,
moviendo el rabo y ladrando, modosita.
Cuando te miro, siempre te ladro
pero ambos sabemos que deseo morderte.
juguete casi, saltarín y alegre,
moviendo el rabo y ladrando, modosita.
Cuando te miro, siempre te ladro
pero ambos sabemos que deseo morderte.
Supongo que hay algo más que ofrecerte
además de la mirada quieta
de una gata sombría
pero tus avances y retrocesos
despiertan mi instinto
y mi hambre es intensa.
Te observo, te espero y mi odio es tan fuerte
como el amor que siento.
además de la mirada quieta
de una gata sombría
pero tus avances y retrocesos
despiertan mi instinto
y mi hambre es intensa.
Te observo, te espero y mi odio es tan fuerte
como el amor que siento.
En el helado destierro de mi noche solitaria
el olor de tu cuerpo
se ha vuelto mi razón primera
y mi instinto asesino percibe lo que ambos somos;
lo que eres que yo no soy,
lo que soy que tú no eres.
el olor de tu cuerpo
se ha vuelto mi razón primera
y mi instinto asesino percibe lo que ambos somos;
lo que eres que yo no soy,
lo que soy que tú no eres.
Tengo agua, flores y besos para ofrecerte,
arrullos maternales y súplicas de abrigo.
Pero estás lejos y cuando vienes,
nada de eso es suficiente para retenerte.
arrullos maternales y súplicas de abrigo.
Pero estás lejos y cuando vienes,
nada de eso es suficiente para retenerte.
Primero debo atraparte como a un animal esquivo.
Mi mente lo sabe y mis ojos gatunos
resplandecen por eso;
animal adorado y odiado, melancólico y con amo,
con ganas de escaparte pero fuertemente atado,
mis ojos me dicen que te estás asfixiando,
o quizás sea el deseo que me grita desde ti.
Mi mente lo sabe y mis ojos gatunos
resplandecen por eso;
animal adorado y odiado, melancólico y con amo,
con ganas de escaparte pero fuertemente atado,
mis ojos me dicen que te estás asfixiando,
o quizás sea el deseo que me grita desde ti.
Mientras tanto yo sigo merodeando
pero cuando abres las puertas
me detengo indecisa.
Temo ver todas mis flores desnudas y marchitas,
sin el agua de tu alma volcada sobre ellas.
pero cuando abres las puertas
me detengo indecisa.
Temo ver todas mis flores desnudas y marchitas,
sin el agua de tu alma volcada sobre ellas.
Qué dulce criatura puede ser una gata,
qué vulnerable, qué sumisa...
frente a la luz, es casi ciega,
es por eso que la noche se ha vuelto su morada.
Allí sus pasos son seguros y te ve siempre.
qué vulnerable, qué sumisa...
frente a la luz, es casi ciega,
es por eso que la noche se ha vuelto su morada.
Allí sus pasos son seguros y te ve siempre.
Más cuando llega el día, desapareces,
te vas con tu mujer perro...
y de poco sirve mi disfraz,
en nada ayuda que te ladre. Al final,
siempre brota el maullido de mi garganta.
te vas con tu mujer perro...
y de poco sirve mi disfraz,
en nada ayuda que te ladre. Al final,
siempre brota el maullido de mi garganta.
junio de 2000
Que bueno! Grs.
ResponderEliminar